Allí estaba, hermoso, bello, imponente y orgulloso. Lo vi a
lo lejos y mi corazón comenzó a palpitar como un caballo desbocado, mientras
torpemente caminaba hacia él, sin apartar la vista, no quería perderme ningún
detalle de aquel esperado y deseado momento.
La distancia disminuía y la brisa me acercaba el suave rumor
de sus susurros y todo mi cuerpo respondía a aquella llamada.
Cuando llegué frente a él, mi respiración estaba
entrecortada y las palabras no salían de mi boca, todo en mi se paralizó, solo
deseaba que recorriese todo mi cuerpo, que me cubriese entera, y como si de una
orden se tratase, comenzó a
acariciarme los pies.
Un escalofrío me recorrió toda la espalda con el primer
contacto, haciendo de su humedad parte de mi cuerpo con caricias suaves y poco
a poco fue conquistando todo mi ser, sin remilgos, sin pedir permiso, sin
piedad y yo me dejaba hacer, sin oposición, cerrando los ojos para saborear
aquel momento, aquel abrazo embriagador que me cubría entera.
Sintiendo con todo mi cuerpo toda su fuerza en cada
embestida, cada vez más penetrante y salvaje hasta que perdí mis sentidos y el
equilibrio, fue entonces cuando hizo de mi lo que quiso, estaba allí a su
antojo, y no me importaba, le dejé que me mostrase todo su poderío.
Llevaba mucho tiempo esperando aquel momento, quizás habían
pasado un par de años, como para oponer resistencia, lo que no recordaba es que
me costase tanto meterme en el mar, la impresión que me causaba…. Y estaba tan
hermoso como lo recordaba.
Ja,ja,ja... ¡vaya final más inesperado! Me produjo una sensación muy agradable el leer "y como si de una orden se tratase, comenzó a acariciarme los pies"...''Genial Isabel!! Me has tenido hasta el final con la respiración contraída... para luego llegar a escuchar el suave rumor de las olas... ¡Cómo se nota que has disfrutado del mar en las vacaciones! Un abrazo. ;) (Inma)
ResponderEliminarme llevas en una montaña rusa siempre y tus finales tan inesperados... excelente.!!
ResponderEliminarCon lo bien que me lo estaba pasando. Llegaba yo (me veía en el papel de co-protagonista) y te dedicaba todas esas atenciones y cuando de repente ya por fin eres mía... te pierdo...
ResponderEliminarMuy bien contado, nada más lejos de mi pensamiento que ese gran final, mi pícara y lujuriosa amiguita.
Besos. Ch
Un abrazo muy fuerte.
Precioso, al ir leyendo nos imaginamos una cosa ...y pum! al agua! jiji.
ResponderEliminarMe gusta mucho leerte Isabel, hacía rato que no leía nada tuyo.
Un beso!!
Por fin consigo escribirte por aquí!! he insistido por que tu lo vales! ayer te leí, que calor hacía...y puedes pensar en tu media naranja... y cuando ya casi, casi, zasca! un fresquito. Lo cuentas de maravilla, mis felicitaciones.
ResponderEliminarAbrazos, soy Olga Artigas por si no me reconoces,)), me encanta leerte.