Esta soy yo, son mis pensamientos, mis ilusiones, mis sueños en definitiva, os presento mi mundo, que espero que os guste y seáis muy felices en mi pequeño rincón de la fantasía y la magia...

sábado, 21 de abril de 2012

LA PLAZA

Hacía un par de meses que la cuadrilla no se reunía para celebrar nada , poco a poco nos íbamos distanciando, el trabajo, las cargas familiares, los problemas en general y la verdadera razón; lo que ocurrió aquella fatídica noche …. estaba separándonos de aquellos amigos con los que tantas tardes y noches tan agradables habíamos pasado, pero eso tendríamos que solucionarlo, poco a poco y con el tiempo, lo conseguiríamos. Todos los viernes y como si fuese casi una obligación nos reuníamos en “ El New Castle” para tomar unas cervezas, un bar que ya casi teníamos como sede, en cuanto salíamos de trabajar nos íbamos acercando al punto de reunión, casi se podía decir que teníamos una mesa en exclusiva y si estaba ocupada nos quedábamos de pie en la barra y esperábamos para sentarnos, no estábamos a gusto en ninguna otra, aquella era la nuestra, siempre en la misma mesa . Allí pasábamos horas y horas riéndonos y solucionando los problemas del mundo. Las rondas de cervezas, zuritos y claras se sucedían mientras las risas y las discusiones amistosas hacían de aquellas noches una manera de hacer algo diferente al resto de la semana . Aquella noche, era viernes, el último viernes de junio, hacía calor y en vez de estar dentro del bar estábamos en la terraza . Por el día había hecho un calor de justicia y se agradecía la suave brisa que corría entre las mesas llenas de gente porque la noche invitaba a salir y estaban todas las terrazas de la plaza llenas de gente . Se oían varias conversaciones, unas serias otras con risas, a los niños gritando y corriendo mientras jugaban en la plaza, porque el bar estaba situado en una de las plazas mas espaciosas del pueblo donde los niños podían jugar sin peligro mientras los padres vigilaban que no sucediese nada . Era una noche clara, la luna estaba llena y estaba especialmente grande. Brillaba con todo su esplendor justo en mitad de la plaza, parecía que era una farola mas suspendida allí mismo, justo en el centro, como invitándonos a seguir disfrutando de la noche, hasta que ella decidiese que era la hora de irse a dormir. Sacamos otra ronda y unos platos de cacahuetes y patatas para acompañar las bebidas, aún no era la hora de cenar y tampoco habíamos decidido a donde ir, de momento se estaba muy bien allí, así que disfrutaríamos un rato mas de aquella deliciosa velada. La brisa fue aumentando casi imperceptiblemente, lo cual era muy agradable los cabellos se movían y unos papeles a nuestros pies comenzaron a girar en torno a la mesa . Los gritos de unos niños que estaban jugando con unos globos aumentaron de volumen haciendo que todos los que estábamos en la terraza volviésemos las cabezas hacia ellos durante un instante, siguiendo acto seguido de nuevo con nuestras conversaciones, pues solo era la fuga, de uno de los globos con los que jugaban y que se les había escapado hasta unos arbustos donde el globo permanecía atrapado y allí siguió hasta que un padre se decidió a levantarse para liberarlo . Cuando por fin lo consiguió el globo reventó con el consiguiente escándalo de risas, alboroto y el llanto del dueño del globo. Comenzaba a refrescar, las mas frioleras, nos pusimos las chaquetas, que aunque eran verano nunca olvidábamos llevarlas, porque por las noches siempre refresca y raro es el día que no nos las tengamos que poner si queremos estar sentadas en las terrazas y disfrutar de la calle . Pasaron unos minutos, que exactamente no sabría decir cuantos, podía haber pasado una media hora cuando de repente, la brisa soplo mucho mas fuerte y varios vasos cayeron de las mesas con el consiguiente escándalo y risas. Los papeles hacían remolinos y se elevaban bastantes metros por encima de nuestras cabezas, aún no molestaba demasiado, pero daba la impresión de que se iba a levantar una galerna y no andábamos muy desencaminados en nuestas suposiciones . Poco después la brisa ya se convirtió en viento y empezaron a volar muchos mas objetos, caían sillas al levantarse la gente a sujetar los vasos o a recoger las chaquetas, bolsos, y juguetes de los críos que habían dejado encima de las mesas y que caían por todos los lados por el súbito viento que se había levantado. Estábamos todos muy atareados intentando recoger las cosas que se caían e intentando sujetar las que aún no habían volado, había un gran revuelo en la plaza . Los camareros intentaban recoger los toldos sin mucho éxito, ya que el viento los movía de un lado a otro y la fuerza que hacían no les servía de mucho para recogerlos. Unos niños al fondo de la plaza comenzaron a gritar, los gritos aumentaron de volumen y ya, esos gritos no eran un juego. Nos alarmamos, algo pasaba porque los gritos eran de miedo, de susto, de terror, de angustia y cada vez se sumaban mas niños gritando y llamando a sus padres, aumentando el volumen rápidamente. Instintivamente todos volvimos las cabezas hacia el lugar donde estaban nuestros niños, estaban en uno de los portales donde habían estado toda la tarde jugando con un juego nuevo de cartas, que por lo visto era muy entretenido porque no se habían movido de allí. Pero ahora ya no estaban jugando se habían levantado, se estaban refugiando y recogiendo las cartas, pero de pronto comenzaron a llamarnos, corrimos hacia ellos rápidamente y todos a la vez, en la plaza estaba cundiendo el pánico y no sabíamos porque pero todos corríamos hacia un lado u otro . Llegamos hasta el portal mirando a ver si faltaba alguno , nos dimos cuenta de que no, no nos faltaba ninguno, estaban todos juntos lo cual nos tranquilizó, pero solo por un instante . Al acercarme a ellos me di cuenta de las caras de terror que tenían los niños, mi niño no parpadeaba siquiera y su expresión, jamás había visto algo semejante en un niño, esa no la olvidaré jamás, algo le estaba aterrorizando, de pronto se callaron y con los ojos muy muy abiertos miraban hacia el frente, señalando con sus deditos, justo detrás de mi sin decir nada, solo señalaban, pero esa imagen la tengo grabada a fuego en mi retina , terror absoluto a algo desconocido, algo malo. Cogí a mi niño en brazos y estaba como paralizado, me volví instintivamente a ver que era lo que les estaba aterrando de aquella manera y vi a alguno de mis amigos que estaban en la misma actitud de los niños, mirando muy fijamente con los ojos muy abiertos y con la boca abierta intentando articular alguna palabra que no eran capaces de que saliese de sus bocas .Estaban paralizados, pero ¿porque no salían de su asombro por lo que estaban viendo? O¿ porque realmente no podían moverse ¿. Era como una película de ciencia ficción, debajo de la gran luna había una especie de platillo volante, como los que salen en la tele, tan típico que casi parecía una broma, platillo, porque parecía un plato sopero, era exacto a los de “arcopal” que había en la casa de mi abuela, solo que en vez de color caramelo, era plateado y en la parte superior había luces de todos los colores que recorrían el arco iris varias veces en un segundo, llegando a parecer una luz blanca cuando aumentaba la velocidad. Parecía que estaba atado con una cuerda a la luna ,como si fuese un escenario muy rudimentario en un teatro de pueblo Era un espectáculo increíble y a la vez inquietante . Todo el alboroto que había en la plaza unos minutos antes , se tornó en un silencio sepulcral, el viento había cesado y hasta los pájaros dejaron de cantar, no se oían los ruidos de los coches solo algún frenazo lejano que acababa en golpe , por el ruido seco después del frenazo o por lo menos eso me imaginaba yo aunque realmente es lo que creo que oí porque en ese momento no era capaz de pensar en nada mas que en lo que estaba viendo. Mi niño se aferraba a mi cuello con toda la fuerza que era capaz con sus diminutos brazos y yo a él, que de verdad no se como no le hice daño. Pero me di cuenta de que yo tampoco era capaz de moverme ni de hablar y algo me alarmó en mi cerebro se encendieron luces de alarma de que allí algo iba a pasar de que aquello no iba bien Era tal la sensación de indefensión que sentía al no ser capaz de andar ni de moverme que traté de concentrarme al máximo para salir de aquella situación, yo tenía que sacar a mi niño de allí como fuese . Paso un tiempo, que podían ser minutos u horas no sabría decirlo con exactitud ni aproximadamente tampoco pero algo estaba cambiando y con mucho esfuerzo conseguí darme la vuelta y dejar de mirar aquello, algo me decía que no debía mirarlo y yo siempre me he dejado llevar por las intuiciones y mas si son tan fuertes como aquella . Al volverme y dejar de mirarlo, pude conseguir articular una palabra, que grite con todas mis fuerzas….. ¡¡¡ NOOOO ¡!! Fue lo único que me salió, pero fue tan fuerte que conseguí sacar del trance a todos los que estaban a mi alrededor incluidos los niños, que comenzaron a llorar. Yo seguía gritando y conseguí decir algo mas por encima de los llantos de los niños ¡¡¡¡NOOOO , NO MIREIS ¡!!!. Mis amigos, mi marido, los niños todos estaban ya fuera del trance algunos de los que estaban a nuestro lado, la camarera todo aquel que consiguió oírme en mi grito desgarrador comenzamos a movernos hacia el interior del bar, no podíamos perder el tiempo nos costaba mucho caminar, era como ir a contra corriente en el mar picado, una fuerza nos impedía alejarnos de aquello y cuanto mas blanca era la luz, mas nos costaba seguir avanzando . Los primeros que llegaron dejaron a los niños e hicieron una cadena humana para poder salvar a los niños que pudiésemos coger, los nuestros estaban a salvo y fuimos a traer mas, conseguimos resguardar un total de veinte niños, que por lo visto era mas fácil sacarlos del trance. Acabamos exhaustos y logramos meternos dentro cuando ya las fuerzas casi nos estaban abandonando fue justo en ese instante, cuando empezó a sonar un ruido indescriptible parecía como si nuestro cerebro fuese a reventar como en un aterrizaje pero mucho mas intenso, los tímpanos parecía que nos iban a estallar y todos nos tiramos al suelo en el lugar justo donde estaba muestra mesa de todos los fines de semana en nuestro sitio, con las manos en la cabeza protegiendo a los niños debajo de nuestros cuerpos . Los minutos siguientes no sabría decir que fue lo que pasó. El ruido se intensificó hasta casi no percibirse y la luz se volvió muchísimo mas brillante de lo que yo había visto jamás, lo veía a través de la gente que tenía encima pero no me atrevía a mirar, intenté concentrarme en lo que oía y distinguí a una señora gritando al parecer desde un balcón. El chillido era aterrador, desesperado, intenté volver la cabeza pero alguien me la sujetó . ¡quieta ¡ me dijo. Será mejor no mirar… La señora seguía gritando ¡¡¡ SE LOS LLEVAN ¡!!! ¡¡¡¡ SE LOS LLEVAN ¡!!! La luz se intensificó mas y el sonido cambió, por el espacio por el que entraba la luz sentí como una sombra caía con un sonido seco . La señora dejó de gritar y dos personas mas lograron llegar hasta el bar uniéndose al montón de personas que estábamos allí sujetándonos unos a otros protegiéndonos de aquello que no teníamos ni la mas remota idea de lo que era y que no sabíamos que querían de nosotros, pero que …. No era nada bueno. Me acomodé de tal forma que por la minúscula rendija que quedaba entre la gente podía ver un trozo del suelo de la plaza y pude ver como un haz de luz iluminaba mas intensamente un trozo del suelo de la plaza, formando un círculo muy bien definido . La gente que no había logrado salir del trance se acercaba hasta allí en silencio, en orden, sin resistencia, vi como se acercaban a vecinos del portal, vecinos de mesa, padres del colegio con sus niños, ancianos que veía por el parque…… todos sin excepción iban hacia el haz de luz .Yo no era capaz de hablar, solo era capaz de llorar, sin ruido, no salía nada de mi garganta alguien me sujetaba la cabeza, ese alguien estaba viendo lo mismo que yo y sentí como el también lloraba no podíamos hacer nada cerré los ojos , me aferre a los que estaban allí a mi lado, me aseguré de que mi niño estaba bien y llore , llore amargamente ….. Pasados unos minutos el ruido y la luz cesó todo quedó en silencio un silencio sepulcral ni los niños se atrevían a hacer el menos ruido, no sabían que pasaba pero intuían que algo no estaba bien, incluso los bebes . Cuando todo hubo acabado, nos levantamos y salimos poco a poco del bar, el paisaje era desolador, no había nadie en la calle tan solo un niño en una silla de ruedas, que parecía que aun no había salido del trance porque no parpadeaba siquiera, poco después me enteré que había muerto dos días mas tarde con los síntomas de haber recibido una gran cantidad de radiación desconocida . Las sillas de los bares los vasos y las mesas estaban todas desperdigadas era como si hubiese pasado un tornado sin dejar supervivientes, era desolador y entre todo ese amasijo de patas y cristales, el cuerpo inerte de la señora que gritaba desde el balcón . La conocía , era una buena mujer, que siempre paseaba por el parque y que no oía, por eso pudo gritar y salvar así a las dos últimas personas que entraron al bar. Sin decir nada, pues no éramos capaces, nos quedamos allí viendo aquel desastre, mirándonos los unos a los otros como contándonos y viendo quien faltaba, pero sin decir nada . Fue bastante tiempo después cuando pudimos comenzar a decir algo intentando interpretar lo que había sucedido. Después todo es muy confuso, se oyeron sirenas vino mucha gente, bomberos , ambulancias, municipales, policías, que nos miraban como si fuésemos bichos raros hasta que alguien decidió que hacer con nosotros . Nos llevaron a todos al hospital , a una planta aislada donde nos hicieron todo tipo de análisis preguntas y entrevistas con mucha gente diferente, que intentaban averiguar, qué, cómo y porqué había sucedido eso. Aun no se sabe nada y creo que nunca se sabrá, pero nuestras vidas cambiaron para siempre. En los periódicos las noticias eran que habían desaparecido doscientas treinta y cinco personas …. Nuestros vecinos de la vida. Solo nos queda seguir adelante y con el tiempo volver a reunirnos en torno a una mesa a contarnos nuestras cosas, con unas cervezas …. ISABELLE LEBAIS

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